viernes, 18 de mayo de 2007

El principio

Hago ésto principalmente por aburrimiento y por falta de alguién con quién hablar a calzón quitao, sin inhibiciones, reparos, verguenzas, miramientos y tapujos. Soy una aburrida crónica y sin muchos "outlets" para mi hastío. No creo que lo que escriba sea de gran interés para nadie, considerando que mi vida no es materia de ninguna película de aventuras ni mucho menos de novela de las 7, y tomando en cuenta los millones de blogs publicados "round the clock" por media humanidad, en que se revela toda la gama de experiencias parapelos que puede vivir un ser humano, y algún que otro extraterrestre, no creo que nadie se entretenga demasiado con lo que pueda yo decir. Mi vida es patéticamente normal y "uneventful", a más que siendo una persona ensimismada e introvertida, el 50% de mi vida transcurre en mi propia cabeza.

Por tanto, me parece que este diario será algo para mi propio consumo, como una especie de espejo virtual, y, supongo que también una autoterapia "low budget", utilidad que imagino le darán muchos de los que se explayan descaradamente en este tipo de medio. Claro está, que negar que uno es otro más en las filas de los exhibicionistas y voyeurs internautas de los tiempos en que vivimos sería absurdo e increíble, así que de entrada lo admito, en eso no me distingo del común de cualquier "blogger", e igual que todos, me atrae la idea de "publicarme" desde la seguridad del anonimato.

Supongo que la idea de empezar mi propio diario me vino de tanto leer y vivir vicariamente consumiendo los diarios de los demás. Eso, sumado a que trabajo tantas horas en la computadora, que ya me siento que vivo casi más frente a la pantalla que fuera de ella, y escribir mi vida en ella, pues, es un paso lógico para estrechar nuestro "ongoing relationship".

Me sorprende aún pensar que hace no tantos años, tal vez 7 como mucho, yo era completamente ajena al mundo virtual de la red. Literalmente, nunca había conectado a la internet y me parecía algo extraño e incomprensible, durante los 90's, cuando alguién me decía que estaba "enganchado" a la internet, y si me hablaban de gente que pasaba las horas muertas "navengando" ("whatever that is" pensaba), no lo podía entender. La verdad es que yo siempre he sido de esas personas "old fashioned" que van a la retaguardia de la tecnología, y con poco interés en los nuevos "gadgets", aparatitos, medios y adelantos que salen al mercado cada 10 minutos. Imagínense que yo he vivido años sin televisión, me gusta la música del ayer, y oigo esos programas de radio para viejos y solitarios que hacen de madrugada (Contacto Notiuno); siempre he sido así desde niña, como diría mi mamá, "una vieja enana". Quién me iba a decir a mí que siete años más tarde estaría yo atravesando esta pantalla, como Alicia a través de su espejo, para dejarme tragar por la vorágine de la mares virtuales.

No obstante, tan pronto fuí introducida a los rudimentos del mundo virtual (por mi hermana 6 años menor, como tantos otros retrasados tecnológicos), me quedé pasmada ante el Aleph que sentí haber descubierto, la ventana al universo, el acceso a la omniciencia... todo se puede ver, conccer y leer en la pantalla. Yo siempre he sido una adicta a la lectura. Desde que aprendí a leer, leo a todas horas; por supuesto en el baño, en el carro cuando voy de pasajera (hasta ahora todo mi vida porque no guío), en la guagua, mientras camino, en las múltiples filas de la vida diaria, y en el trabajo tengo libros al lado de la computadora para leerme un "quickie" cuando me cojo breaks de la tarea (cada 15 minutos). He vivido mi vida de libro en libro como Tarzán de liana en liana, y sin un libro me siento huérfana y pérdida. O sea, no puedo salir de una librería, farmacia o supermercado sin un libro, y cuando estoy por acabar uno ya me entra la ansiedad de encontrar el próximo y de acortar lo más que pueda el tiempo entre la última página del un libro y la primera página del otro. No soy demasiado discriminada en mis lecturas, más bién soy omnívora con etapas "junkie" y etapas "gourmet", lo mismo que en mi dieta; o sea, leo casi de todo. Me gustan los clásicos ingleses y americanos, los rusos, Harry Potter por supuesto, ciencia ficción (Asimov, Foundation), biografías (de Hitler a Hemingway, de Picasso a Franco), algo de ciencia (The Female Brain, The Naked Ape) algo de historia (Before European Hegemony, Guns, Germs and Steel) y novelas históricas, Sherlock Holmes, Humberto Eco, Pérez Reverte, etc.

La internet es, principalmente, un medio de comunicación basado en la lectura y la escritura, por lo que adapta perfectamente a mi adicción, y le ha dado un "edge" a las posibilidades de gratificarme instantáneamente leyendo sobre lo que sea cuando el cuerpo me lo pide. Es realmente un paraíso para los adictos de todo tipo por su menú ilimitado de consumo rápido.

Bueno, basta ya de justificarme a mí misma porqué hago ésto. Supongo que ya habrá momento para volver a replanteármelo cuando algo me haga arrepentirme de haber cedido a este impulso descabellado, que no será la primera ni la última vez.

Algo sobre mí deberé decir, por si algún léctor aburrido y empático se mete en el diario. Estoy en la treintena, soy abogada y tengo un hijo de 6 años. Vivo con mis padres y no tengo pareja. Por momentos, todas esas condiciones no me parecen propias: no me siento de mi edad, sino menor o mayor, según las circunstancias; cuando me dicen "señora" miro para ambos lados a ver quién es la señora, pues nunca me siento aludida, (aunque me costó, ya me he acostumbratdo a que me digan "licenciada"); tengo muchos hábitos infantiles muy arraigados como correr por la grama descalza, ir despeinda y comer con los dedos. Algunas veces me siento vieja, las menos, cuando oigo a mis pares hablar de salir a beber o decir cosas que me parecen indiscreciones o inmadureces. La profesión de abogado se me hace tan extraña y ajena que me parece que mientras trabajo estoy fingiendo ser otra persona todo el tiempo, tanto que a veces literalmente siento que tengo una experiencia extracorporal cuando voy al tribunal y me veo a mí misma enchaquetada y seria en el podio frente al juez, mientras la verdadera yo floto en el techo de la sala, soberanamente aburrida con todo lo que está sucediendo allá abajo. Y en cuanto a la maternidad, aunque adoro a mi hijo que es lo máximo en mi vida, las más de las veces me cuesta verme como su "madre", de hecho, nunca hasta ahora he asimilado la cuestión de que yo sea una de los putativos objetos de homenaje en el día de las madres, la verdad no me siento como parte de ese "clan", o sea, me cuesta verme a mi mamá y yo en la misma categoría. Me gusta estar con mi hijo, y me siento responsable por él, pero la cuestión de la "madre" se me hace grande, no me acaba de caer. No me sale obligarlo a comer, cantaletearle por que se ponga zapatos, se combine la ropa o haga las asignaciones. Y es que a mí no me gusta que me obliguen y no tengo habilidad para obligar; soy bastante "laissez faire" (o tal vez sólo sea vaga, como dice mi mamá). Esta falta de adaptación a mis condiciones de vida será una constante en este diario, pues, demás está decir que ello en gran medida es la fuente de los "issues" con los que me peleo y por los que necesito de esta "autoterapia" y escape.

Lo otro, y me sabe mal decirlo, pues no soy de las personas que normalmente exponen los detalles de su vida sexual en público, pero considerando el propósito de este diario, y sobretodo, su carácter anónimo - y además, que cará, si la cuestión sexual ya está tan trillada que no causa escándalo ni incomoda a casi nadie - pues lo otro, como decía, es la cuestión del sexo, o más bién "lack thereof". Espero que no demasiado, pero inevitablemente, tocaré el tema porqué, después de todo, ocupa gran parte de mis pensamientos inéditos, y para eso estoy escribiendo, para decir lo que ha nadie le digo. Así que hablaré de sexo, pero trataré de no caer en lo porno, pues es cuestión de autoterapiarse y no de degradarse ni bailar en el tubo virtual.

Finalmente, está el amor, o "lack thereof". Yo soy una persona que siempre he tenido una tendencia malsana a enamorarme "a lo adivino", o sea sin razón y platónicamente. Diache, lo que podría yo contar del amor "a lo adivino"! Cuanta energía vital he desparramado por el mundo soñando con imposibles, intocables o prohibidos! Aunque por fuera sea insulsa y del todo "wholesome", por dentro no me cabe duda de que soy y he sido una de las grandes amantes de la historia, apasionada, voraz, y trágica, le como los dulces a cualquier Julieta, Ophelia, o Lady Chatterley. Claro está, no toda mi vida sentimental ha transcurrido en la esfera de la fantasía pura. O sea, que yo de virgen del recuerdo tengo poco. La costumbre de fantasear la desarrollé en parte por la falta de la suficiente acción en el plano real, carencia que con el tiempo sigue creciendo y asentándose en mi vida como una constante. Y de ello seguro, habrá mucho en este blog.

Bueno, suficiente por hoy que mañana hay trabajo.

1 comentario:

Gestational Surrogate Vicky from Puerto Rico dijo...

Solo para dejarte saber que he comenzado a leer tu blog. Esta entrada me encanta. Tu manera de ser es muy similar a mi persona. Yo soy un 'constant daydreamer' tambien! Aunque francamente con mis hijos la realidad me da una pescozada en la cara y me despierta inmediatamente. Ademas, soy bastante introvertida 'as well'. Y lei un poco de tu ultima entrada y te dejare saber que no eres la unica! :) Aunque no quiera hacer nada con mi marido la mente se me inunda muchas veces y comienzo a fantasear. You are not alone. So keep writing it out and don't feel bad about it. It's normal.

Yo debi desde un principio crear un blog anonimo porque asi me sentiria con mas libertad para expresarme pero ya 'to late'. Le sacaras mucho provecho asi porque podras expresarte sin tanto temor.

Y que chavienda, ahora me doy cuenta que no puedo dejar un mensaje si no me registro!! Asi que dejame bregar con eso ... :( ... ok, ok now where talking, i'm back.

Bueno, cuidate mucho. Y volvere a pasar por aqui.